La historia de las salinas de Formentera tiene sus raíces en un tiempo muy lejano, pero la escasa documentación que respalda la veracidad de algunas noticias invalida su uso. Sabemos con certeza que la sal es el condimento más antiguo de la historia de la humanidad: fundamental porque permitía conservar ciertas materias primas.

Para empezar a hablar de ciertos acontecimientos, los pocos testimonios sobre el uso de las salinas de las islas se remontan al año 1200. En esa época, Guillermo de Montgrí, un eclesiástico perteneciente a la Corona de Aragón, fue encargado por Jaime I de Aragón de conquistar Ibiza y Formentera. En 1235, año de la toma, las salinas estaban activas y las ganancias se dividieron entre Montgrí y sus dos vasallos, Pedro de Portugal y Nuño Sánchez de Rosellón.

Después de eso, la historia y la explotación de las salinas se pierden a lo largo de los siglos. Para tener evidencia cierta de nuevo, debemos llegar a la fecha del 14 de noviembre de 1878, año en que nació la sociedad Fabrica de Sal de Ibiza, que comenzó el comercio del llamado «oro blanco». Más tarde, en 1898, la Salinera Española incorporó la Fábrica de Sal de Ibiza y adquirió los derechos de uso de las salinas de Formentera.

Fue en estos años que comenzó un proceso de modernización de la industria de la sal. Se construyeron raíles para transportar locomotoras de vapor capaces de llegar al puerto de La Savina, y la mayoría de la población masculina de la isla encontró empleo aquí. La sal, una vez llegada al puerto, se transportaba a La Mola, donde había un barco mucho más grande destinado a Barcelona.

Las locomotoras destinadas al transporte de sal están documentadas ya en los años 50, pero desgraciadamente no quedan rastros visibles de ellas. Hace sólo unos años, era posible admirar una locomotora expuesta en el exterior del museo etnográfico de Sant Francesc. Por último, sabemos con certeza que la actividad de extracción de sal terminó definitivamente en 1983.

La reserva natural

En 1995, las salinas, situadas al norte de la isla de Formentera, fueron declaradas Reserva Natural. Esta designación abarca también las salinas de Ibiza y los islotes que se encuentran entre las dos islas (Espalmador, Es Penjats, Illa des Porcs, Illa de Castelví y otros).
En particular, en Formentera, la zona de las salinas incluye también dos lagunas de agua salada, Estany des Peix y Estany Pudent.

El Parc Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera cuenta con una superficie total de 2.838,44 hectáreas en tierra y aproximadamente 13.000 hectáreas en el mar. Esto tiene una gran importancia desde el punto de vista de la biodiversidad: las salinas son una zona natural de nidificación y descanso para muchas especies de aves migratorias.

El hábitat especial que se ha desarrollado en estas zonas merece la atención internacional precisamente por su singularidad. El importantísimo valor ecológico, paisajístico y cultural convierte a las salinas de Formentera e Ibiza en uno de los atractivos turísticos por excelencia.

Los hábitats presentes

El hábitat terrestre desarrollado en el parque alberga alrededor de 178 especies vegetales, algunas de las cuales son muy comunes en la isla, como los pinos marítimos y las sabinas rastreras. Otra especie endémica que se puede observar, común cerca de lagunas y fuentes de agua, es el hinojo marino.

El medio marino, que ocupa el 75% del parque, se caracteriza por la presencia de praderas submarinas de Posidonia oceanica. Esta planta, que tiene raíces, tallos y hojas y no debe confundirse con las algas, representa una riqueza incalculable para la zona en la que crece: gracias a su conformación, consolida el lecho marino y evita la erosión del suelo. No menos importante es el hecho de que dona una cantidad significativa de oxígeno al agua.

En este sentido, una noticia de 2012 informa sobre la existencia, frente a las costas de Ibiza y Formentera, de la pradera más antigua de Posidonia Oceanica. Descubierta por un grupo de estudiosos de la Universidad del Algarve, tiene una longitud de 15 km y pesa 6000 toneladas. Según los diversos estudios realizados, se trata del organismo vivo más antiguo del mundo, con una edad estimada entre 80,000 y 200,000 años.
En 1999, la Posidonia Oceanica fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La fauna

La fauna del parque es sobre todo rica en aves y cuenta con unas 210 especies. Entre las más conocidas están los flamencos, el tarro blanco, la cigüeñuela común y las gaviotas. Esta presencia se debe a la posición particular de la isla: a caballo entre Europa y África, se encuentra en medio de las principales rutas migratorias.
Numerosas especies, huyendo de los climas más fríos, encuentran refugio o simplemente hacen una parada en esta zona, muy adecuada tanto para la nidificación como para servir de escala intermedia en viajes con destinos más lejanos.

La belleza de este entorno y su fauna es que no requiere medios especiales para explorarlo. Caminando por el sendero de Es Brolls, que bordea la laguna de Estany Pudent, es posible observar diferentes especies de anátidas, limícolas o ardeidas. Si desea asegurarse de ver la mayoría de las especies migratorias, vaya en primavera u otoño, ya que son los periodos en los que se producen los desplazamientos.

Por último, la especie animal más conocida y uno de los símbolos de la isla es sin duda la lagartija de las Pitiusas. Este pequeño reptil habita indistintamente tanto en los humedales de las salinas como en las escarpadas rocas de la meseta de La Mola.

Cuándo admirarlas

Las salinas de Formentera se pueden visitar durante todo el año, ya que forman parte integrante del territorio. Sin embargo, si quiere verlas en el momento en que adquieren un tono rosa particularmente llamativo, debe ir a finales de verano. Es entonces cuando se produce la cristalización de la sal y las cuencas, iluminadas por el sol, recrean atmósferas dignas de un cuadro impresionista.

El panorama resultante no puede ser más sugerente. Los mejores momentos para admirar las salinas y la laguna de Estany Pudent son, sin duda, los cercanos a la puesta de sol. Un paseo a pie o en bicicleta le hará disfrutar de un espectáculo inolvidable.

Las salinas en la actualidad

La actividad de las salinas de Formentera, tan próspera e imprescindible en el pasado, finalizó definitivamente en 1983. En 2008, sin embargo, se reanudó la actividad, aunque en otros términos.
De hecho, una conocida empresa belga produce una sal líquida procedente de Formentera que contiene un porcentaje muy bajo de sodio, sólo un 8%. La gran innovación de este producto reside no sólo en su presentación, es decir, ya no sólida sino líquida, sino también en el hecho de poder disfrutar de platos sabrosos evitando todos los riesgos de una ingesta excesiva de sodio.
El envase de la sal líquida de Formentera es, de hecho, una pequeña botella con pulverizador, atractiva por su estilo pero también por la innovación alimentaria que supone. Si quiere saber más sobre este tema, visite su sitio web.

Por último, si tiene curiosidad por escuchar algunos testimonios sobre las salinas de Formentera, puede ver un interesante documental en catalán. Producido por el periodista Carmelo Covalia, el video de 50 minutos presenta a algunas de las personas que trabajaban en las salinas a principios del siglo XX.

En 2005, las salinas de Formentera fueron declaradas Bien de Interés Cultural.

 

Galería Salinas Formentera